En un contexto económico con dificultades, la Asociación Cooperadora del INTA Leales realizó días pasados el VIII Remate de Caballos Criollos, organizado por el Instituto de Investigación Animal del Chaco Semiárido (IIACS) que dirige el ingeniero Alejandro Radrizzani, al que asistieron unas 150 personas entre cabañeros, criadores, aficionados e interesados en esta crianza. La ingeniera Florencia Ortega es la responsable de la cabaña del INTA. La Asociación Argentina de Criadores de Caballos Criollos (ACCC) estuvo representada por uno de sus jurados, el licenciado Lucio Bellocq, y por el Delegado Regional del NOA, Ricardo Vidal, entidad auspiciante.
“Con este remate renovamos una vez más nuestro compromiso con cabañas, productores y aficionados a los caballos, invitándolos a que sigan acompañándonos en esta grata tarea de producir y utilizar, adecuadamente, el potencial de esta excelente raza de caballos argentinos”, señaló el profesional en diálogo con LA GACETA Rural.
“Trabajamos en el marco de un año con dificultades; sin embargo, los precios de venta estuvieron por encima de los ‘valores base’ fijados, que oscilaron entre $ 3.000 y $ 4.000, lo que constituye un aliciente para todos”, agregó.
“La Cabaña está cumpliendo 71 años desde su creación, allá por 1948. Y hoy seguimos trabajando para difundir y fomentar la cría de esta raza en el Norte argentino, a través de la selección de los mejores reproductores, participando en exposiciones y competencias deportivas, apoyando programas de equinoterapia, y promoviendo el turismo rural y los cursos de doma racional y de cuidado de caballos”, recordó.
Radrizzani reconoció que la crisis golpea a todos los sectores.
Por ello, reconoció que se vendió casi la totalidad de los 19 animales puestos en remate, cuando en ediciones anteriores los compradores se llevaban todos los ejemplares. Además, comentó que los precios “se corrieron muy poco” a partir de la “base” fijada, como no sucedía en otros remates. Los animales se vendieron todos en 12 cuotas, más IVA, donde la cuota fue el precio base acordado.
Los valores finales de cada animal oscilaron entre los $ 35.000 y $ 40.000, con un valor promedio de $ 38.000, que resulta un precio por demás interesante. El remate fue auspiciado por la Asociación Argentina de Caballos Criollos.
Radrizzani, por eso, dijo que “antes del remate se midieron todos los animales, para verificar que cumplen las características raciales, además de la genética, quiénes son los padres y otros datos animales”. “Todos son caballos puros”, aseguró el especialista.
Usos de los ejemplares: Radrizzani estima que el 30% de los criollos vendidos se utilizarán para trabajar en los campos; el 40% fueron para aficionados, que los destinan al esparcimiento de sus hijos o para cabalgar por los cerros; y el 30% restante, serán utilizados como reproductores.